BANFIELD
Golpe a golpe
El escándalo de anteayer. Los hinchas invadían la sede y pedían la renuncias de la CD.
EMILIANO SOTOMAYOR Esotomayor@ole.com.ar
Pablo Portell dijo que Mariotto envió a su “fuerza de choque”. Los acusados desmienten. Los socios arden.
Papelonazo. Sí, leyó bien. No hay grises en este Banfield
ultrapolitizado. Los incidentes de la noche del miércoles dejaron una
catarata de cuestionamientos que pueden resumirse en una pregunta clave:
¿hubo alguien detrás de la agresión? Luego de que la CD lo catalogara
como un intento de “golpe de estado”, Pablo Portell, hijo del presidente
Carlos, acusó al vicegobernador de la provincia de Buenos Aires,
Gabriel Mariotto, de haber mandado a su “fuerza de choque”, a la que
culpó de los desmanes en la sede. Y deslizó que hubo armas de fuego,
algo de lo que se enteró recién ayer.
Olé escuchó las dos campanas de un escándalo en el que además, la CD denunció que “los dirigentes debieron resguardarse en la sede y recién pudieron salir pasadas las dos de la madrugada”.
Pablo Portell, quien también es vocal titular de la institución, disparó: “Nosotros estábamos al tanto de que iban a venir algunos socios a reclamar a la puerta de la sede. Y la idea era atenderlos. Pero, lamentablemente, entre los socios genuinos que se manifestaban en paz se mezclaron personas que nada tienen que ver con Banfield y que fueron movilizados por Mariotto en un micro que estuvo a cargo de Sebastián Mateo, su puntero político, quien agredió al vice Acuña y también al secretario Viñuales”.
¿Qué tiene que ver Mariotto? Confeso hincha de Banfield, en las últimas elecciones apoyó a Eduardo Espinosa, candidato opositor. Consultado por Olé , Mateo desmintió la versión de Pablo Portell, aunque aclaró que hubo gente en la puerta que él no conocía: “A mí no me mandó nadie, fui temprano y por mi cuenta junto a mi viejo y un vecino. Cuando llegaron los socios yo ya estaba adentro de la sede y Machelari, gerente del club, me preguntó si yo me hacía responsable de que no rompieran nada. Le dije que veníamos a manifestarnos pacíficamente, pero que no podía hacerme responsable de todos. Eramos 400 y había gente que no conocía. En el medio de la discusión, Viñuales me prepoteó, me quiso pegar, y yo me nublé, reaccioné y le pegué. Pero a Acuña no lo toqué. Me sorprenden las declaraciones de Pablo, porque ni él ni su padre estuvieron en la sede”.
Lo cierto es que el tiroteo verbal sigue y el calibre de las acusaciones crece. A dos días del clásico, ¿podrá aislarse el equipo?
LINK: www.ole.com.ar/banfield/titulo_0_698330252.html
Olé escuchó las dos campanas de un escándalo en el que además, la CD denunció que “los dirigentes debieron resguardarse en la sede y recién pudieron salir pasadas las dos de la madrugada”.
Pablo Portell, quien también es vocal titular de la institución, disparó: “Nosotros estábamos al tanto de que iban a venir algunos socios a reclamar a la puerta de la sede. Y la idea era atenderlos. Pero, lamentablemente, entre los socios genuinos que se manifestaban en paz se mezclaron personas que nada tienen que ver con Banfield y que fueron movilizados por Mariotto en un micro que estuvo a cargo de Sebastián Mateo, su puntero político, quien agredió al vice Acuña y también al secretario Viñuales”.
¿Qué tiene que ver Mariotto? Confeso hincha de Banfield, en las últimas elecciones apoyó a Eduardo Espinosa, candidato opositor. Consultado por Olé , Mateo desmintió la versión de Pablo Portell, aunque aclaró que hubo gente en la puerta que él no conocía: “A mí no me mandó nadie, fui temprano y por mi cuenta junto a mi viejo y un vecino. Cuando llegaron los socios yo ya estaba adentro de la sede y Machelari, gerente del club, me preguntó si yo me hacía responsable de que no rompieran nada. Le dije que veníamos a manifestarnos pacíficamente, pero que no podía hacerme responsable de todos. Eramos 400 y había gente que no conocía. En el medio de la discusión, Viñuales me prepoteó, me quiso pegar, y yo me nublé, reaccioné y le pegué. Pero a Acuña no lo toqué. Me sorprenden las declaraciones de Pablo, porque ni él ni su padre estuvieron en la sede”.
Lo cierto es que el tiroteo verbal sigue y el calibre de las acusaciones crece. A dos días del clásico, ¿podrá aislarse el equipo?
LINK: www.ole.com.ar/banfield/titulo_0_698330252.html
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