Tanto
en el estadio, a la salida del partido o ya en las redes sociales el
grito de la gente de Banfield es unánime hacia la dirigencia:
“que se vayan todos, que no quede ni uno solo…”. Ante la inminente renuncia del Presidente Carlos Portell (algo que la gente ya descartaba)
los acusados son sus principales aliados: el Vicepresidente Primero Marcos Acuña y el Secretario Martín Viñuales.
La gente fundamenta su pedido en una catarata de errores que mandaron a Banfield a la B.
Desde el desmantelamiento absoluto del plantel campeón de diciembre de 2009 hasta la contratación ridícula de Eduardo Acevedo como DT, pasando por, situaciones como:
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El irrespetuoso despido de Ricardo La Volpe, un ídolo que fue usado en la campaña electoral de año pasado y luego lo desecharon como a un enemigo.
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La nunca aclarada salida de Víctor López que
terminó de desmantelar la defensa. Muchos recuerdan que el que negoció
con Víctor su salida fue Marcos Acuña y el defensor dijo: “Me están
cargando. Yo salí campeón y me mandan a un pibe de 25 años que no
entiende nada”.
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La ridícula huída del uruguayo Jorge Da Silva
(no se hizo nada serio para retenerlo. Solo se quedaron con la promesa
de un resarcimiento que seguramente no se cumplirá como tantas otras
promesas)
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La apuesta por el inexperto Sebastián Méndez para beneficiar a su representante e histórico socio oficialista Eduardo Gamarnik.
- La inentendible contratación de
un ex jugador como Agustín Alayes para reemplazar a Víctor López
de cara al semestre más importante de Banfield en muchos años.
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El verso de la Secretaria Técnica de Esteban Muñiz y Martín Viñuales. Desde su creación, los resultados son: 2 partidos ganados, 5 empates y 12 derrotas, con un descenso incluido.
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La millonaria salida de Clide Díaz sin tomar ningún resguardo legal. Esa suma de dinero deberá ser abonada por la próxima gestión.
- Los constantes
errores arbitrales producto de la nula presencia de Banfield en la Asociación del Fútbol Argentino, con un Carlos Portell en retirada y un chico al que se le ríen en la cara como Marcos Acuña
- La irrespetuosa entrada y salida de
Hebert Birriel, quien se fue denunciando corrupción en el club, algo que no fue tomado en cuenta por los dirigentes.
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La insólita situación de la estatua de Garrafa, tildada de mufa por Martín Viñuales. Nada dijeron en todo el semestre sobre la mala suerte que esta Comisión Directiva le trajo a Banfield.
En un hecho insólito en toda la historia, una CD de Banfield no ganó un solo partido de local.
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La tomada de pelo de Marcos Acuña, que mientras Banfield empezaba a descender en Rosario,
fue a ver un partido de rugby. Fue fotografiado mientras se reía y festejaba los tries de Lomas.
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Hicieron un comunicado en el que acusaron de Golpe de Estado a los Socios tras una marcha de reclamo genuina del Socio.
Desvirtuaron todo, incluso comprando medios, como el Diario Olé, que
invento una nota mintiendo sobre las características de la marcha.
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El cabaret oficialista que se dio luego de que los dirigentes se dieran cuenta que se tenían que despegar de Carlos Portell.
Tras haber festejado juntos, usaron al Jefe de Prensa del Club,
Federico Sánchez Parodi, para lanzar a la opinión pública versiones
sobre renuncias y no renuncias.
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Comenzaron el proyecto del Colegio del Club tomando al 80% los chicos becados, siendo muy probable que tengan que cerrar el Colegio en el corto plazo.
- En estos meses nunca se vio a los dirigentes en la Sede Social.
En la mayoría de los partidos no fueron a la cancha y no hay muestras de que hayan puesto manos a la obra en algún tema puntual. Por caso a Marcos Acuña se le conoce su falta de compromiso por el trabajo y pasión por un club que no lo siente ni conoce.
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No hay obras nuevas. Las promesas de
trabajos en las instalaciones quedaron solamente en eso. Incluso, los
jugadores tuvieron que encarar de motus propio una negociación para
cambiar el mobiliario de la concentración con un canje de publicidad por
colchones y camas.
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Existe un claro abandono en el Predio de Luis Guillón que muchas veces se parece a un basural
(el Campo de Deportes es manejado por gente del entorno de Martín
Viñuales). Además existe poco interés por las actividades sociales del
Club.
- A dos meses y medio de la caída de las torres de iluminación y de una pared en la cancha,
hasta ahora no hubo ningún trabajo de arreglo.
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Se dieron hechos de persecución permanente y sistemática a los opositores, repitiendo una práctica que parecía haber quedado en los años 70.
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El Club está en cesación de pagos. Los sueldos de los jugadores, los salarios de los empleados y el pago a proveedores se regularizan a cuenta gotas.
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Desde octubre no hubo una sola información económica - financiera a los Socios. Así, se efectiviza la profundización del modelo portellista.
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El Club tiene una millonaria deuda que supera los 115 millones de pesos. El déficit anual alcanza los 40 millones por año, que al cierre de cada ejercicio económico se suman a la deuda.
- Toda esta caída deportiva produjo una
profunda desvalorización del plantel. Facundo Ferreyra valía 10 millones de dólares y Nicolás Tagliafico no tenía precio.
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El insólito ida y vuelta en torno a la renuncia de Portell
en días donde Banfield necesitaba de la concentración de sus
dirigentes. Ellos elegían pelear como chicos de Jardín de Infantes.
- Hubo desmanejo del plantel
: las salidas de joda
reiteradas de parte de los jugadores jóvenes en la cara o con la
complicidad o acompañamiento de la Secretaria Técnica de Esteban Muñiz son por muchos banfileños conocidas ya que las mismas se realizaban en lugares nocturnos de la zona.
Una de las cosas más reiteradas en las palabras de los hinchas de Banfield es la
falta de credibilidad que tienen los que se quieren aferrar al poder al que llegaron colgados del pantalón de Carlos Portell vivándolo como el más grande de la historia. Por suerte no pueden negarlo.
Hay cientos de contundentes pruebas en la campaña electoral. Ahora,
la pelea interna de los Municipales dentro de la Comisión Directiva
llevó al club al precipicio y ahora creen que es mejor despegarse de
Portell pero la gente no les perdona las mentiras, las traiciones y sus
permanentes cambios de convicciones según les convenga.
Todo esto es sumamente agravado por la farsa de las
elecciones del 2 de octubre, donde Carlos Portell, Martín Viñuales y
Marcos Acuña inscribieron 3 mil socios truchos y desoyeron una orden
judicial de suspensión de los comicios todavía controvertida en los Tribunales para mandarnos a la B.
Esto
se acentúa por la complicidad de la Junta Electoral, encabezada por el
Escribano Néstor Villar y luego por Gaston Lasalle, otro miembro de la
fracción municipal que ingresó al Club.
Todo esto hicieron para mandarnos al descenso. Los hinchas se preguntan, ¿algo más necesitan hacer para irse todos?
LINK: http://www.solobanfield.com/index.php?texto=inicio&idNoticiaCompleta=4825
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